martes, 29 de septiembre de 2015

Pasado pesado

Un absceso que se remueve bajo la epidermis. Late, empuja, tensa la piel. Los músculos fuerzan su quietud, su inestable silencio. Su reclusión obligada.
No durará. Lo sé.
Cúmulo de furia y sangre se nutre de mi energía y de mi odio.
Cuando quiero hablar, eructo obscenidades, cuando duermo, deformo el mundo en fantasmas abominables. Cuando despierto, camino, saludo, beso, todo por dentro me roe, me muerde, me pica la inminencia de un estallido.