sábado, 17 de diciembre de 2016

Sensibilidades diversas

El día no logra que abandones la cama.
El calor es una molestia más.

Abrís cajones olvidados y las manos buscan objetos casi inútiles:

Reconocerse en la inocencia de los once años.
Pensar que el mundo te ha defraudado.

Se llama melancolía.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Cosas que pasan

Le pasan cosas a mi cuerpo.

Electricidades. Calor desde el centro de los huesos.
Cosquilleos que van subiendo desde los pies hasta la boca.

Golpes, heridas, grietas que se abren.

Se moja, se reseca, sangra.

Diciembre lo cubre con su capa de hastío y estío.
Lo envuelve en el día, lo arrolla y lo desata
Como una alfombra roja
Por las noches

Para que sobre él
Paseen todas las estrellas.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Siempre seré una bruja

Siempre seré una bruja

No busques una pócima que me convierta en la doncella pura
En la sumisa
En la confiable.

Seré la bruja de pies rápidos
La que se guarda tras los harapos
La que cocina y revuelve con su cucharón de madera
Sus dudas y su recelo.

En el caldo turbio
Caliente y turbio.
Lento
Constante.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Lo bello efímero

Pequeños momentos de apenas algo.
Una ilusión de lo más banal, consciente de su mentira
Te mantiene viva una tarde
Bajo el sol, vas sonriendo
No es felicidad, no es plenitud
Pero es apenas, no llega a ser promesa
Sabés bien que no
No te engañás, no es necesario ya.
Sabés que es efímero, que algo no te pertenece
Y sin embargo te lo dan, brevemente.
Dos sonrisas escoltándome
Permanezco en medio de un tiroteo discursivo
A veces me impactan y se activa el mecanismo simple
De sentirse viva
De sentirse parte ínfima de algo
Que no sé si es o será
Que se construye de un momento que se arma y se desarma
Y no embarco esta incertidumbre en ninguna esperanza
Ellxs
Son demasiado vitales
Y yo me envuelvo en mis miles de capas
Camino a casa.

domingo, 13 de noviembre de 2016

M.H.

Cuando avancé para darle el libro sentí que me fallaban las piernas.
Me saluda “bonjour”. Bonjour. Y le doy La posibilidad de una isla.
Intento decirle en francés lo mucho que lo admiro, creo que se lo dije en húngaro.
Temblaba y quería expresarle mil cosas en esos 30 segundos.
Me dice algo. Me quedo embelesada con el tono de voz y no entiendo lo que dice. Lo repite.
“Patricia”, le digo.
Comienza a escribir la dedicatoria en la primera página.
Me entrega el libro con una media sonrisa, y creo que mi rostro sonreía entero.

“Merci beaucoup”

En el apretón de manos y el agradecimiento, el idioma por fin se hizo fuerte y real.

Sí. Ahora sé que los sueños se cumplen.


13/11/16

domingo, 6 de noviembre de 2016

Burbujas

Ya olvidé lo que iba a escribir.
Era acerca de mis fracasos, de mi llegar tarde a todos lados.
De mi desesperación, de mi cuerpo, de mis explosiones.

Iba a escribir sobre mi misma. Sobre mis kilos de más que bajan puntos en mi autoestima. Sobre todas las exigencias que pongo sobre mí misma.
Sobre mi pretensión de ser genial y ocurrente junto a la pretensión de no pretender nada en absoluto. De mostrarme sin ínfulas, sin máscaras, sin aspirar a llamar la atención de nadie, y sin embargo, queriendo llamar la atención de algunos.

Iba a escribir sobre las redes sociales, sobre las personas que ya no están en mi vida, pero conservo como una cortesía, o una dilatación de la terminante ausencia. De las compañías virtuales que me dan cierto consuelo, de alguna charla amable, una palabra amiga que emociona, pero no llega a encarnarse, a ser cierta, a colmar los intersticios blancos entre mis dedos.

Iba a escribir sobre el verano, la primavera, las flores que explotan, mi cuerpo que carbura y quisiera explotar con otro cuerpo en una danza de deseo y ternura.

Sobre lo que se va, lo que se dispara y se pierde en el horizonte, sobre las compensaciones, las retribuciones que promete La bioguía.

Escribo que mi cabeza es una burbuja que contiene más burbujas. Todo parece querer desaparecer con un roce del aire. Cada pensamiento surge, se diluye y deja una resaca que vuelve y vuelve a las orillas del insomnio.

La tele está encendida y ya no aplasta. Ni el vino, ni la siesta.

sábado, 22 de octubre de 2016

Flores en la arena

No esperar nada. Realmente no esperar nada. Buscarle la vuelta para que no importe lo que está, lo que no, lo que promete y no viene. Y es dulce que ya no importe.
Me pone la columna vertebral como una columna de hierro forjado al rojo vivo.
A fuerza de doblarme contra el viento, de manotazos, de cerrar los ojos a la ventisca y al sol del mediodía, me levanto y camino hacia delante. Precipicio, mar, huella. Lo mismo da.
Veo mis manos y las amo.
Siento el aroma de mis axilas recién lavadas y perfumadas.
Aquí dentro está la tibieza, los pensamientos amargos y dulces, mis canciones dormidas.
No esperar nada. Que todo huya, que todo nazca, como flores en la arena.


lunes, 29 de agosto de 2016

Ofrenda

Venís y te esparcís por todos lados. Mi cuerpo y mi casa se llenan de tu presencia. Pequeños yoes aquí y allá.
Tu semen, tu vino, tus obsequios.
Soy tu amiga pobre, tu pobre amiga pobre que te adora. Y sin embargo, nada tiene qué ofrendarte. Todo me lo das.
Tus besos y tu ausencia. Tu cuerpo, tus espejismos.

sábado, 9 de julio de 2016

Mi pasión

Hay pasiones que esperan agazapadas y somnolientas en el lugar más hondo de nosotros.
Que son capaces de soportar días y días, personas, lágrimas, olvidos y esperas.
Rebotan a veces en sueños intrascendentes. Son imágenes brumosas, son sensaciones súbitas y pasajeras. Pasiones que quedan encubándose en la indiferencia de lo que no espera nada. Del futuro que no las mira ni las tiene en cuenta.
Hasta que un día una presencia viene a desbordarte. A hacerte olvidar de tus noches frías, de tus lágrimas amargas, de tu hambre y desamparo.
Es una caricia que das apenas con las yemas de los dedos y te deja en shock el cuerpo entero. Una electricidad que vuelve de algún lugar de la juventud perdida, que vuelve y te sacude, y te hace reír con nerviosismo y ansiedad feliz.
Un día volvés a sentir el deseo empujándote las piernas, golpeándote el pecho como una lluvia fuerte de verano. Aunque la noche afuera esté fría, aunque la piel apenas se perciba bajo la lana de tu pullover y del mío. Erizadas, tensas, tibias.
Hay pasiones que se vuelven un cuerpo, un nombre, una noche y una charla sin apuros. Inofensiva y llena de expectaciones. Paciente y segura de sí misma. Segura del triunfo del deseo. Del encuentro sin tiempo. De la entrega absoluta.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Despedida

Nos debíamos un abrazo grande y prolongado como el que nos dimos. Un pedacito de afecto puro y sin ansiedades. Nos merecíamos una última risa, una broma. Mirarnos con la mirada limpia. Mirarnos de frente y con la ternura que nos estuvo faltando y fallando. Teníamos que recordar por qué nos quisimos a pesar de las distancias.
Todo está perdonado, porque fueron mutuos los errores y los miedos.
Quedamos en paz y siempre habrá un lugar para nuestros alegres días en mi corazón.
Hasta siempre, V.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Sin amigos

Ya no tengo amigos.
A mi último amigo se lo llevó la corriente de la falsedad.
Ya no tengo amigas.
Me odian y sus problemas me aburren.
Tengo algunas plantas en el balcón.
Y muchas palabras atragantadas.