miércoles, 29 de agosto de 2012

No reply


¿Responder?
No.

¿Remover?
Tampoco.

Prefiero quedarme con mi silencio
Y el incomparable placer
De saber.

lunes, 20 de agosto de 2012

Erdosain


Al idealista frustrado que se esconde en tu escepticismo.
El idealista que día a día tratás de matar con la indiferencia y el desapego.
Ese, que dice no esperar, pero espera.
Que se niega a sí mismo.
Que me niega.
A ese, le digo:
Para ser un verdadero escéptico habrá que haber amado y esperado a fondo. Y llorado, y gritado en silencio, y maldecido, y amado a todos, a nadie.
Y haber odiado a fondo, la mala suerte, la soledad, el amor que te pasa de refilón, que apenas te toca, que te raya un poco, y que se va.
Haber creído hasta la náusea en las novelas de la tarde.
…Sí. Yo he creído. Yo idealicé al amor como idealicé al mundo entero. Pero mi idealismo tuvo un nombre que fue sagrado e inviolable. Tan grande que ni la realidad pudo vencerlo, ni mancillarlo, ni trocarlo en un objeto más del mundo.
Es la llama, es la cueva, es la chispa que me picanea. Es un camaleón.
Es el pasado, pero es un futuro. Un futuro sin idealismo: sin ausencia.
Hay muchas formas de amar, y una sola forma de no hacerlo.
Tu mayor pasión es la soledad.
La mía, el mundo en el que ya no creo.

viernes, 17 de agosto de 2012

Días de lluvia


Días hace que no deja de llover. Se me arruga la piel de las manos, se me empasta el pelo, la ropa no se seca. Pero en mi interior, todo se mantenía a salvo. Aunque el paraguas no se abriera bien, aunque por los cordones de las botas entrara el agua de los charcos y me mojara las medias, aunque pasara un auto inmisericorde y me enchastrara con el agua sucia de las banquinas. Adentro, resguardado. La lluvia no tocaba.
Hasta que empezó a gotear, y gotear, persistente, preciso, implacable, el pensamiento.

miércoles, 15 de agosto de 2012

C


Cascarudo
                 Carcasa     Cubierta

 Costra                                        Concha

Capa            Caperuza           Caparazón

         Corteza                 Coraza


                                                      Crisálida.

jueves, 2 de agosto de 2012

Esa mañana


La mañana de la noche en que el mundo estalle, sé que despertaré sonriendo.
Supongo que llamaré a la gente que amo, y no le diré que la amo. Pero la voy a escuchar decir las cotidianeidades que los hacen ser cada día lo que son. Simplemente.
Pienso en los juegos de mi sobrino, en las rabietas de mi viejo, en tus explicaciones innecesarias.
Ese día sabré que todo estallará por los aires. Que no más hasta mañana.
Se acabarán todas las despedidas de una vez y para siempre.
Esa mañana despertaré sonriendo.