jueves, 16 de febrero de 2012

La soledad

Es increíble la soledad que puede sentirse a veces. Como empieza a ocupar por entero el corazón, no se sabe si lo seca o lo esfuma, pero lo llena por entero, y lo rebalsa. Una soledad que entristece todo. Hasta tu cara. Empiezo a odiar el día y la noche. Empiezo a esperar. Se va el placer a otra parte, tan lejos que ya ni se si existe o volveré a encontrarlo. La piel se me reseca de caricias. La mente se me enrolla en sí misma. La soledad es un encierro negro y elástico. Me corro y se corre conmigo. Se expande dondequiera que vaya. Sale de mí y a mí vuelve. Como un pájaro temeroso a su nido cuando no sabe volar.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Como si

Pienso en tu cuerpo mientras camino. Como si.
Pienso como si fuera otra cosa que la que soy para vos, de la que sos para mí. Otra cosa. Como si no fueras algo que existe y que tiene peso, y ojos, y manos. Y una piel que toco, que entibio. Como si pudiera dar un paso y atravesar la puerta de tu casa, mañana o pasado, porque sí. Pienso en un momento atesorado y en tantos que se me escabulleron y no sé por qué. Como si fuera importante que piense esto mientras camino, como si se me fuera a ir la vida si no lo hago, como un colectivo, frente a mis narices, como si llegara tarde, como si no.

viernes, 10 de febrero de 2012

Algo

Algo.
Algo que no está bajo mis uñas. Pero las buscan, para encresparlas y ponerlas en guardia. Se me escapan, como una cinta al viento atada a mi pelo, pensamientos como cucarachas. Pensamientos como manchas de humedad. Pensamientos como salsa de tomate en la camisa blanca. Pensamientos como baldosa floja que me moja las botas.
Algo. Repetido y molesto.

viernes, 3 de febrero de 2012

La perla a pesar de todo

Conozco el secreto mecanismo que hace mirarse en el espejo y extraer, sutilmente, de a pequeñas gotas dispersas, separando finos hilos de colores a un lado y otro, lo mejor de uno.
Es lo mismo que no cambia y a la vez, no es lo mismo. Es la actitud de fabricar la perla, a pesar de todo. La perla que queda en potencia, escondida en el puño, que se lleva en el bolsillo y se transmuta en caramelo en una pequeña estación de servicio, al costado de la ruta.