lunes, 31 de diciembre de 2018

Último día del año


Es un día hermoso.
El último día del año
Y vos no estás
Se destiñe el cielo azul a través de mis ojos empañados
Busco tus palabras escondidas
Y me decepcionan
Esa decepción me devuelve la sonrisa
Te vuelve tan humano, tan real
Puedo seguir discutiendo
Con tu estrella.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Papá


Y un día, por fin, te presentaste en mis sueños tal cual eras.
La escena más cotidiana y repetida que podía darse te trajo en tu esencia más simple y feliz.
La radio se encendió y empezó a sonar la voz de Aliverti. Supe que estabas ahí, ese sonido que tantas mañanas me fue molesto se convirtió en una señal de alegría. En mi última oportunidad.
Me levanté hecha una tromba. Quería decirte lo mucho que te quería, si era real o era sueño no lo pensé. Sólo sabía que estabas ahí y que tenía que abrazarte y hablarte.
Estabas en esa posición particular de cuando te dormías escuchando la radio, cerquita del borde de la cama, medio acurrucado.
Te abracé, te di un beso y me tomaste la mano. Te dije “hola, pa” y no dije nada más, porque el sueño se precipitó a su final. Tampoco me contestaste.
Sonreías.


Al despertar rompí en llanto.

Al despertar, algo en la cocina estaba fuera de su lugar.

jueves, 18 de octubre de 2018

Reencuentro

La porosidad de tu piel en mis yemas van desapareciendo bajo el cansancio.
Cuando la vigilia está llena de sensaciones de vida y deseo, el sueño no trae sosiego. Temo perder la realidad en mis laberintos oníricos. Temo perder tu recuerdo carnal sobre mi cuerpo tibio y abierto.
Qué fiesta de besos, de labios, de dientes. Fue un banquete, un desborde, un rebrote simentado de sobreentendidos, de cariño macerado en la simpleza, en la soledad.
Un encuentro tan sólido como tus manos, tan firme como la presión de mi pecho sobre el tuyo. Tán cálido como tu sexo. Danzante.

sábado, 15 de septiembre de 2018

El bu

El ritual de las cartas te trae con nosotras: las sumas exactas, la precisión y la seriedad con que encarábamos el juego. Los chistes repetidos hasta el hartazgo...
Las horas que descienden y se apilan unas sobre otras. Como una seguidilla siempre ganadora.


jueves, 10 de mayo de 2018

Vampirismo onírico

Cansada. Cansada de soñar con vos noche a noche.

Cansada de hacerte parte de mi vida en mi inconsciente inconformista.

Que vienes, que abrazas, que traes, que llevas, que estás.

Que me muestras tu boca de blancos dientes, cada ínfima mueca delineada en tu rostro, tu figura destacada del fondo incierto y tu voz resonando siempre junto a mi oído.

Es de noche y temo que estés tomando carrera desde algún profundo lugar para dar el salto a mi almohada.

Temo, también, que una parte de mí esté ahora viviendo con vos: comiendo en tu mesa y rozando tus rodillas en la cama. Sino ¿cómo explico esta falta, este hueco, la semi vida de mis días y mis noches alucinadas?

miércoles, 11 de abril de 2018

Duelo


Un campo vacío donde solo mora el viento
Nada puede permanecer, nada bueno o malo
Todo lo empuja hacia los bordes
Más allá del dolor.

No se forman recuerdos
Las experiencias son fugaces
Como un tren que pasa a alta velocidad
Todo se confunde en el remolino que el viento arrastra

Un hueco
Donde el viento
Invierte los signos de todo lo conocido.

martes, 6 de marzo de 2018

Esperpento


Un día todo lo que fuiste estalla
Como un rompecabezas de mil piezas de un Pollock
Sentís que volverte a armar es imposible.
Tus partes están ahí
Tus cosas, tu cara y tus manos
Pero
Después de las sucesivas quebraduras
Del cuerpo y del alma.
No hay forma de moldear lo que quedó

Quedó un esperpento.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Palabras tardías para Pablo

Anoche en el sueño, mientras te soñaba (tu cuerpo pegado al mío, abrazándonos frenéticamente) me di cuenta que te quise.
No fue mentira que te extrañé. Me dolió realmente tu alejamiento.
Me gustaba tu cuerpo. Tu mirada azul. Tu amaneramiento.
Me gustaba que no fueras enteramente hetero, me gustaba sentir que yo te gustaba.

Hace un año vivíamos un pequeño idilio. Noches de amor y ternura. Creía que nos íbamos conociendo y nos iba entusiasmando lo que íbamos descorriendo.
Como siempre, resultó que sólo yo me iba entusiasmando.

Así, me sucede desde siempre.

No parecés ser de los que vuelven. Es lo único que te diferencia de los demás.

Mi cuerpo en este momento es puro dolor físico.
Mi alma quedó perdida en alguna tarde triste de domingo.

Sólo en sueños experimento algún tipo de placer. Con personas que ya se han alejado, para las que ya no significo más que una imagen en un pequeño recuerdo.

Estoy soñando cada noche con un amante distinto. Sólo anoche tuve una revelación, con vos. Me hubiese gustado que sigamos juntos.

A Pablo D.

jueves, 18 de enero de 2018

Música que no duela

Música que no me duela

Para un cuerpo a medias

Donde el movimiento

Es la excepción

Y el dolor la constante

Un cuerpo donde el miedo

Recorre cavidades y tensa músculos

Una música que no duela

Que pueda habitarme

Sin recuerdos ni promesas

Solo llenar el tiempo

Quieto.

viernes, 5 de enero de 2018

Cirugía de húmero

Me hice una paja pensando en mi traumatólogo.

Hace meses que no garcho. Este tipo manoseándome huesos, venas, nervios me calentó.
Si lo pensamos bien, nadie nunca me ha tocado tan íntimamente. Tan delicada y pacientemente.

El doctor T cumple con mis parámetros estéticos: es rubio, ojos claros, espontáneo, cordial.

Me perturba su presencia a nivel concha, pero me tranquiliza a  nivel “cirugía de húmero”. Debe ser eso lo que me gusta, es un hombre que me tranquiliza, que me da confianza. Eso no me pasa seguido con los hombres.

El doctor T sabe de su poder seductor. Lo usa conmigo. Me dice que soy linda (la primera vez que me vio hacía dos días que una turba de manifestantes me había pasado por encima), siempre alaba mis ojos y me da prescripciones medicas al oído. Me roza con su barba y yo me mojo toda.

Para mí que esos clavos que ahora tengo tienen conexiones directas con mi clítoris. O son dos clítoris que el doctor T acarició y dejó dulcemente erguidos en mi brazo izquierdo.