lunes, 30 de enero de 2012

Recomendaciones

Tengo que atarme y amordazarme. Como a Hanibal Lecter. Para no comerme a mi misma. Para no comerte – de a pedacitos – lenta pero imparable. Para no empezar a caer de nuevo por el tubo ese. Ese tubo al final del cual ya no soy mujer, sino monstruo, rata, piraña, mosca verde. Algo innecesario, molesto, mezquino.
O, correr.
Aplastarme bien contra la pared, y que la luz del vigilante no me vea. Tengo que agacharme, lo más posible. Hacerme chiquitita y que la locomotora pase sin tocarme. Y tengo que cortarme las uñas.

miércoles, 25 de enero de 2012

Desvíos

De noche
De contrabando
Detenidos
Desérticos.
El camino
Une y separa
Las tangentes
Acurrucan
Mecen
Los recuerdos
Más míos
Que tuyos.

viernes, 20 de enero de 2012

Lluvia

¿Qué pasa esta noche que la lluvia no trae alivio?
Hay ausencias que pesan como una montaña
Hay duelos que se adhieren como sal
Que se llevan dondequiera que se vaya
Que traspasan el día.
Que duelen cada vez más.
Hay sueños que traen fantasmas.
Lugares, seres, vivencias
Te dejan expectante
Los ojos cerrados y abiertos
Un abrazo fuerte, como el agua corriendo entre las piedras.
Una mirada imposible
Que implora y llama
Que dice el idioma extinguido.
De algún lado sopla
El viento
No sé. No sé de dónde.
Pero lo recibo
Tiritando, en silencio.

Diego

Preanuncio de encuentro o despedida
Será acaso lo mismo…
El último abrazo la primer despedida
El último encuentro el primer abrazo de ausencia.

Diego es aquello que jamás seremos.
El nombre de ese vacío en el que rodé
De la inercia del tiempo que me lleva hacia delante.

Diego es el cajón clausurado
Donde guardo aquello que me hizo quererte
La parte de mi mente oscura
El rodeo eterno del no saber más.

Diego es una parte de vos que tiene tus ojos
Es una voz que se corroe y ya no reconozco
Es una imagen, una pintura descolorida.

Diego apareció anoche
Era un fantasma
Era mi propia imagen dormida en tu mente.