miércoles, 14 de febrero de 2018

Palabras tardías para Pablo

Anoche en el sueño, mientras te soñaba (tu cuerpo pegado al mío, abrazándonos frenéticamente) me di cuenta que te quise.
No fue mentira que te extrañé. Me dolió realmente tu alejamiento.
Me gustaba tu cuerpo. Tu mirada azul. Tu amaneramiento.
Me gustaba que no fueras enteramente hetero, me gustaba sentir que yo te gustaba.

Hace un año vivíamos un pequeño idilio. Noches de amor y ternura. Creía que nos íbamos conociendo y nos iba entusiasmando lo que íbamos descorriendo.
Como siempre, resultó que sólo yo me iba entusiasmando.

Así, me sucede desde siempre.

No parecés ser de los que vuelven. Es lo único que te diferencia de los demás.

Mi cuerpo en este momento es puro dolor físico.
Mi alma quedó perdida en alguna tarde triste de domingo.

Sólo en sueños experimento algún tipo de placer. Con personas que ya se han alejado, para las que ya no significo más que una imagen en un pequeño recuerdo.

Estoy soñando cada noche con un amante distinto. Sólo anoche tuve una revelación, con vos. Me hubiese gustado que sigamos juntos.

A Pablo D.