Si tengo que sacar los
sentimientos más profundos de mi corazón, las sensaciones más explosivas de mi
piel, no hay otra manera que no sea poniendo la mirada vacía, y volver los ojos
a tus ojos, fijos en algún lugar, muy adentro mío.
Son praderas abiertas. Llenas
agua de lluvia, llenas de viento. Solitarias praderas.
El viento te despeina. No hay
quien pueda domar tu cabello. Ni tus manos frías tomar sin tambalear, sin
resbalar. Tu piel es un río congelado. Presto a quebrar a quien lo recorra.
Estás habitándome y sos un
espacio lleno de viento. Un enorme espacio vacío.
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