lunes, 23 de mayo de 2011

Que fluya

Que fluya, como el río que no pregunta hacia dónde va, hacia dónde es que se arrastra inexorable, necesario, secreto. Va comiéndose lentamente los costados, como alisando una superficie, y va levantando también, del fondo, de adentro, algas, que aparecen y subrayan, que bogan y se adhieren y se fijan.
Yo, mis ojos, miran el río. Miro el tiempo en su cauce, alegre, vivo, corriendo siempre. Tu mano en la mía. Las algas que suben, que van – juntas, un poco.

Y también miro la lluvia. Y los charcos: no río.

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