Es increíble la cantidad de angustias y de miedos que pueden
entrar en un solo sueño.
El miedo a perderme, a viajar indefinidamente, a la falta de
dinero y ropa adecuada, el miedo a que la noche me encuentre en un lugar
desconocido, el miedo a que no vuelvas a buscarme, el miedo a la indeferencia,
a que me hagas sufrir.
También, el miedo ser otra, el miedo a reencontrarme con mi
pasado, el miedo a que me pasen factura, a descubrir odios agazapados.
Como una larga cinta la noche me fue deslizando por cuánta paranoia
existe en mí. Algunas, ya las olvidé en el trascurso del día.
De ustedes, no faltó ninguno.
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