...deshicimos las maletas antes de emprender el viaje
Ir y volver a Ushuaia. Hacer como
que es posible. Dejar que la ilusión suba y se desenvuelva como una voluta de
humo…
Caminar por el puerto abrazados a
causa del frío y el viento del fin del mundo. Ver el final del día tras las
montañas, en la habitación de un hotel con desayuno y wi fi.
Sentir el silencio de una noche
fueguina.
Comprobar que no hacía tanto frío
como yo temía.
Volver… tomar de nuevo ese avión
de Aerolíneas y saber que en pocas horas de nuevo en casa y a la humedad
bonaerense.
… Un viaje tan agradable que
parecería durar unos minutos.
Duró el tiempo de la ignorancia,
de mi mudez –porque yo también quería, yo me dejé. Te dejé planear, te vi
también...
En fin… que íbamos juntos!
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