martes, 3 de enero de 2017

Retorno

¿Qué significa sanarse?
¿Qué significa olvidar y empezar de nuevo?
No lo sé.
Todo el amor que dormía apareció de repente con tu regreso. Se materializó en las piedras, en las sillas, en cada ruido de mis pasos, duro, pesado, ineludible, aterrador como un grito silencioso.

Volver a tu cuerpo amado, otro, pero tan absolutamente reconocible; a tu aroma, a tu aliento. Con qué ganas te besé, te acaricié los cabellos. Con qué tristeza, con que pasión y lástima por este amor tan huérfano.

Siempre lejano y ajeno. Siempre. Tu amor tiene la marca de lo que se aleja siempre cuando más cerca está. Tu amor es evasivo, es un animal que busca y vuelve herido a su madriguera. Es un pájaro que canta de madrugada y vuela.

Las palabras que salieron de tu boca pudieron haber sido las más sinceras que hayas dicho alguna vez, pues nada fuera del deseo te trajo a mi puerta.
Fuimos especiales.
Pero se terminó.
Fui una mujer difícil de olvidar.
Pero se terminó.
Fuiste la ternura de una foto, pero se terminó.
Un viaje, una cama caliente, un regalo entrañable…

Dijiste “mi amor” mientras me tomabas en tus brazos.

¿A quién nombrabas? ¿Qué fantasma, qué errores nombraste mientras me abrazabas?

Hoy voy a volverte a llorar. La lluvia que cae aprueba este llanto y lo acompaña.
Te voy a llorar las lágrimas que guardé en forma de estúpida esperanza, esperando la revelación del sentido oculto de la distancia.

Lo absurdo siempre fue la respuesta. 

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