¿Qué
significa sanarse?
¿Qué
significa olvidar y empezar de nuevo?
No lo
sé.
Todo el
amor que dormía apareció de repente con tu regreso. Se materializó en las
piedras, en las sillas, en cada ruido de mis pasos, duro, pesado, ineludible,
aterrador como un grito silencioso.
Volver
a tu cuerpo amado, otro, pero tan absolutamente reconocible; a tu aroma, a tu
aliento. Con qué ganas te besé, te acaricié los cabellos. Con qué tristeza, con
que pasión y lástima por este amor tan huérfano.
Siempre
lejano y ajeno. Siempre. Tu amor tiene la marca de lo que se aleja siempre
cuando más cerca está. Tu amor es evasivo, es un animal que busca y vuelve
herido a su madriguera. Es un pájaro que canta de madrugada y vuela.
Las
palabras que salieron de tu boca pudieron haber sido las más sinceras que hayas
dicho alguna vez, pues nada fuera del deseo te trajo a mi puerta.
Fuimos
especiales.
Pero se
terminó.
Fui una
mujer difícil de olvidar.
Pero se
terminó.
Fuiste
la ternura de una foto, pero se terminó.
Un
viaje, una cama caliente, un regalo entrañable…
Dijiste
“mi amor” mientras me tomabas en tus brazos.
¿A
quién nombrabas? ¿Qué fantasma, qué errores nombraste mientras me abrazabas?
Hoy voy
a volverte a llorar. La lluvia que cae aprueba este llanto y lo acompaña.
Te voy
a llorar las lágrimas que guardé en forma de estúpida esperanza, esperando la
revelación del sentido oculto de la distancia.
Lo
absurdo siempre fue la respuesta.
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