lunes, 11 de julio de 2011

En una tarde calurosa de principios de enero me encontré por primera vez con el hombre ilustrado...

“Todo está aquí, en mi piel; no hay más que mirar. Pero sobre todo, hay cierto lugar de mi espalda... -El hombre ilustrado se volvió-. ¿Ve? Sobre mi omóplato derecho no hay ningún dibujo. Sólo una mancha de color. (...)Cuando he estado con alguien un rato, ese omóplato se cubre de sombras, y se convierte en un dibujo. Si estoy con una mujer, al cabo de una hora su rostro aparece ahí, en mi espalda, y ella ve toda su vida...”
                                                                                                                                                                                          Ray Bradbury


Tatuado de vos mismo, estás –
Hombre-mapa. Hombre cartografía.
Mis dedos recorriéndote
Piel suave, piel rugosa.
Te quedaste, hombre-piel.
Línea que mi mano sigue,
dibujado, hombre ilustrado
hombre historia de verano que
se duerme en julio.
Suspiro como si te amara,
Viernes 22:30 y suspiro.
Hombre-distancia, hombre-presencia.
Hundido en otras aguas, pescador…
barquero,
que lleva y trae sonrisas y silencios,
nombres de aquí para allá.
Hombre-signo. Hombre-sed. Hombre-nombre.
Tatuado de vos mismo…
Hombre-dibujante:
dibujame un puente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario