miércoles, 13 de julio de 2011

Para reclamos, presione...

¿Alguna vez pensaste qué pasaría si recibieras una carta de vos misma?
¿Un mail? ¿Un llamado en que reconocieras tu propia voz tras el auricular?
¿Si te dijera ofensas? ¿O cosas que creíste nunca nadie te podría decir? ¿O cosas hermosas? ¿Cosas que nunca nadie te va a decir?
¿Y si ese mensaje o carta ya está en viaje? ¿Y si te persigue por todos tus itinerarios diarios? ¿A través del tren? ¿Del largo camino a casa? ¿Y si nunca termina de dar con vos? ¿A qué correo o compañía telefónica reclamarle las palabras que nunca recibiste?

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